miércoles, 30 de abril de 2008
El pellizco de la crisis, Nueva York, 1929
Los años 20’ para los estadounidenses, fueron años de libertad, prosperidad y alegría, sin nada de que preocuparse. Muchos envidiaban la vida del norteamericano, era hasta entonces, totalmente perfecta. Hasta el momento de la crisis, en dónde el dinero y esa gigantesca autoconfianza se desmorona por completo.
Un sueño que parecía no acabarse y que para los ojos del norteamericano se había transformado en una realidad, de el cual el pellizco de la crisis los hizo despertar y darse cuenta de que, un sueño, es tan sólo un sueño.
Creo que su confianza fue a extremos, llevando consigo a países enteros a la tragedia.
Altas tasas de cesantía y mortalidad y bajísimas tasas de natalidad son sólo algunas de las consecuencias, de las cuales, ponerse de pie, es un proceso lento y arduo .
Dónde el poder y el afán por las riquezas corría por la sangre del norteamericano, sin medir realmente estas cosas y sin darse cuenta de que todo tiene un límite en la vida.
Creo que el límite es el cielo paso la cuenta a Estados Unidos, pienso que este es un ejemplo más para ver que la ambición y el orgullo nada bueno trae consigo.
Debemos como países ser pacientes y más sencillos, porque como seres humanos, obviamente, no podemos tenerlo todo, de una vez y para siempre.
Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre...Génesis 11:4
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