miércoles, 30 de abril de 2008

El pellizco de la crisis, Nueva York, 1929


Los años 20’ para los estadounidenses, fueron años de libertad, prosperidad y alegría, sin nada de que preocuparse. Muchos envidiaban la vida del norteamericano, era hasta entonces, totalmente perfecta. Hasta el momento de la crisis, en dónde el dinero y esa gigantesca autoconfianza se desmorona por completo.

Un sueño que parecía no acabarse y que para los ojos del norteamericano se había transformado en una realidad, de el cual el pellizco de la crisis los hizo despertar y darse cuenta de que, un sueño, es tan sólo un sueño.

Creo que su confianza fue a extremos, llevando consigo a países enteros a la tragedia.
Altas tasas de cesantía y mortalidad y bajísimas tasas de natalidad son sólo algunas de las consecuencias, de las cuales, ponerse de pie, es un proceso lento y arduo .

Dónde el poder y el afán por las riquezas corría por la sangre del norteamericano, sin medir realmente estas cosas y sin darse cuenta de que todo tiene un límite en la vida.

Creo que el límite es el cielo paso la cuenta a Estados Unidos, pienso que este es un ejemplo más para ver que la ambición y el orgullo nada bueno trae consigo.
Debemos como países ser pacientes y más sencillos, porque como seres humanos, obviamente, no podemos tenerlo todo, de una vez y para siempre.

Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre...Génesis 11:4

"Nuestra lucha no se trata de un mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo."

El Imperio ruso era gobernado de forma autócrata por los zares, y durante la 1ª mitad del S. XIX permanece ajeno a los cambios económicos y sociales de la revolución industrial. Era un país con base rural y con muy poco desarrollo tecnológico, debido a lo que ya se menciono anteriormente..
Los zares reunían todos los poderes, imponían las leyes, designaban ministros y tenían autoridad religiosa. A diferencia de los monarcas occidentales, el zar no tenía limitaciones parlamentarias o constitucionales, gobernaba con ayuda de la policía política (Ochrana) y con una confusa burocracia En el fondo, el pueblo ruso vivía bajo una tiranía.

Al igual que el antiguo orden, el imperio ruso estaba dividido en:
Clases altas: Donde formaban parte principalmente la nobleza y los clérigos. La nobleza ocupaba la oficialidad del ejército, el alto funcionario y tenían la mayor parte de la tierra.
Clases medias: La cual era muy escasa, era formada por campesinos ricos (kulaks) y pequeños comerciantes e industriales. Algunas profesiones liberales estaban reservadas a los nobles.
Clases bajas: Que eran compuestas por campesinos y obreros industriales, que carecían de todo tipo de derechos y sus salarios eran muy bajos, casi mínimos. Estaban muy concentrados geográficamente y también en grandes empresas.
La economía se basaba fundamentalmente en la agricultura, con una estructura antigua y escasa modernización técnica. La mayoría de las tierras y las mejores, estaban en manos de las clases altas, siendo los siervos liberados los que sufrían las mayores cargas arancelarias. La industrialización tuvo un importante desarrollo a partir del año 1880 hasta la guerra.
En los últimos años del S. XIX, había ciertos movimientos de oposición al zarismo:
Una corriente liberal moderada (profesiones liberales)
Una corriente revolucionaria (mundo rural)
Bajo la consigna de "¡Abajo la autocracia zarista!", el movimiento obrero ruso había pasado de las huelgas económicas a las políticas y a la etapa de las manifestaciones, reivindicando las libertades democráticas. Este intenso movimiento obrero con expresiones revolucionarias era la respuesta a la crisis industrial de superproducción, precipitada en Europa a fines del siglo XIX, y en Rusia a inicios el siglo XX, entre 1900 y 1903; con el cierre de 3.000 grandes y pequeñas empresas y la desocupación de 100.000 obreros.
del movimiento obrero que para 1902, repercutirá entre los campesinos de Ucrania y la región del Volga, con levantamientos, incendio de fincas, el apoderamiento de tierras y el ajusticiamiento de terratenientes odiados. Pese a la represión que cobra cientos de dirigentes y campesinos detenidos, el movimiento campesino revolucionario irá en ascenso.

El movimiento obrero y campesino influye, a su vez, para el robustecimiento del movimiento estudiantil con grandes huelgas que el gobierno responde con clausura de universidades y encarcelamiento de estudiantes. Entre 1901 y 1902 se produce una huelga general de estudiantes que afecta a 30.000 personas.
Ante el auge del movimiento obrero, campesino y de los estudiantes, el zarismo responde con la creación de falsas organizaciones obreras dirigidas y controladas por la policía. El proletariado cierra filas en torno a sus auténticas organizaciones y desbarata estas falsedades del zarismo respondiendo con fuerza y vigor al fortalecimiento y consolidación del movimiento revolucionario obrero campesino, de tal forma que aprovechando las divergencias entre la oposición, el zar inicia la represión. A finales de noviembre se detiene a los líderes obreros y se proclama la ley marcial.